Latido ~ Amanda Hocking

* Alerta de Spoilers *

La tercera entrega de la serie Lazos de Sangre parte con una Alice convertida ya en vampiro que sale a la búsqueda de Peter en compañía de Ezra. Al más puro estilo suicida, Peter ha decidido acabar con su miseria enfretándose a los vampiros más peligrosos que rondan la tierra, lo que desencadenará en peligro de vida para toda la familia. (¿A nadie le suena este argumento?)

Hasta ahora he llevado más o menos bien el argumento algo trillado de Amanda Hocking. En Instinto se nos presentaban unos personajes medianamente atractivos que con una narración ágil nos enganchaban a la historia. Hado supuso algunos toques novedosos a la trama, sobretodo por la importancia de Milo en la historia. Sin embargo, Latido denota el despropósito de estirar el chicle más de lo debido sin siquiera ser capaz de innovar.  El argumento huele sospechosamente igual al de obras ya conocidas por los lectores de novelas juveniles de vampiros y, por si esto fuera poco, los personajes rozan la incoherencia en cada uno de sus movimientos. Alice es constantemente un estorbo que además alardea de su deseo de ser esposa florero (esto sacado literalmente del texto). Jack sigue sin tener una personalidad suficientemente atractiva como para justificarse ganador del corazón de Alice frente al imán que supone Peter de cara a los lectores. Mae, la madre de la familia, pasa de pronto de la sensatez a la locura. (Miedo me da lo que van a encontrarse los lectores del cuarto libro). Y Milo nos sorprenderá con un acompañante salido de la nada del que poco se explica. No voy a entrar en lo desproporcionadas que son las diferencias entre la libertad de Milo con su pareja y la de Alice pero sí diré que son de sobra incoherentes. Verdaderamente la protagonista me hace cuestionar qué clase de persona hay tras las letras y cuando un libro te hace preguntarte sobre el carácter de su autor, no puede ser bueno.

Hasta ahora, había sido consciente de que la calidad literaria de Hocking era bastante mediocre. Sin embargo, eso nunca ha sido un impedimento si hay buenas dosis de entretenimiento y una lectura ágil de por medio. En este sentido, Lazos de Sangre no ha cambiado. Probablemente quienes ya disfrutan con esta serie seguramente lo harán con libros venideros, y no quiero ser yo quien los desanime. Sin embargo, yo me desembarco de la aventura aquí, en ese punto de inflexión en el que he perdido el contacto con los personajes. Por más que me gustaría saber adónde va a parar todo esto (y muy en especial Peter), es hora de que me despida y deje de atormentar con mis críticas a quienes realmente lo están pasando en grande con los vampiros de Amanda Hocking.

*½~~~ (1.5/5)